Desde la llegada de Juan Serrano a la presidencia del Alcoyano, además de sanear el club, se ha convertido casi en norma habitual disputar el play-off y por ello parece que los seguidores alcoyanistas estén ya acostumbrados y para el primero de los seis escalones que nos separan de Segunda A, los tres rivales a eliminar por el camino, el primero de ellos, el Eibar no ha despertado una gran expectación y va a ser difícil que el Collao se llene el domingo a las 18 horas. A falta del clásico arreón final de venta de entradas, el viernes se llevaban vendidas prácticamente la mitad de las esperadas, unas 2.200, cuando la capacidad del estadio de este 4.500 espectadores. Por lo que se refiere a los protagonistas, el Alcoyano acude a este encuentro clave con toda la plantilla en perfectas condiciones incluido Javi Selvas que se ha recuperado en tiempo récord, aunque será difícil que esté por falta de ritmo tras la lesión. En la comparecencia previa ante los medios, el técnico David Porras, estuvo precedido por el portero blanquiazul, Unai Alba.
Unai Alba comentaba que «no encuentro grandes diferencias respecto al play-off que disputé el año pasado con el Orihuela. Recuerdo que nos eliminó el Albacete, pese a que jugamos mejor que ellos, pero la veteranía en estos partidos acabó favoreciendo a los manchegos. Para nada pienso en un posible ascenso, solo pienso en el partido del domingo, al igual como hasta la semana pasada solo pensaba en clasificarnos para el play-off. Solo si superáramos a los dos próximos rivales empezaría a planteármelo». Unai que llegó a militar en las categorías inferiores del Eibar afirmaba que «será una eliminatoria muy igualada, conozco a bastantes de sus jugadores y al igual que yo no quería enfrentarme al Eibar, sé que ellos no querían enfrentarse al Alcoyano». Respecto a la necesidad de mantener la puerta a cero, explicaba que «es la misma necesidad que he tenido durante todo el año, no mayor. No creo que ellos vengan a encerrarse buscando el 0-0. Tienen un nuevo técnico y una mentalidad más ofensiva y con buenos atacantes. Nosotros estamos capacitados para ganar aquí y allí. Llegamos en un buen momento a esta fase decisiva y no pienso cual de los dos equipos es favorito o quien tiene un porcentaje mayor o menor de posibilidades de ganar. El apoyo del Collao será una vez más fundamental, la presión de los seguidores ejercen será clave».
El técnico David Porras coincidía con muchos de los razonamientos de su portero, «por supuesto que no me planteo el ascenso, está muy lejos, aún queda un mundo, ahora solo debemos pensar en hacer bien las cosas los dos próximos partidos, en estar concentrados. Si hacemos las cosas bien tenemos muchas opciones de pasar si bien es cierto que la eliminatoria seguro que será muy igualada y se decidirá por pequeños detalles. Pese a que nos estamos acostumbrando a disputar play-offs llegar hasta aquí es muy difícil y puede que no se valore en su justa medida. Que solo hayan 2.200 entradas vendidas me preocupa un poco pero confío en el arreón final para que el campo presente una gran entrada. Aún así la eliminatoria casi seguro que se decidirá en Eibar». En cuanto a un resultado con el que le gustaría viajar a tierras vascas, Porras era claro al decir «cualquiera que sea ganar. Con el marcador a favor allí podríamos plantear el partido de forma diferente, aunque pienso que también somos capaces de ganar allí. Los dos equipos nos conocemos mucho, tenemos jugadores contrastados en la categoría y cualquier cosa puede pasar». Respecto a los nombres propios por su equipo explicaba que «hacer la convocatoria será difícil ya, el once mucho más. Vuelven Lillo y David Torres tras la sanción y habrá que ver que jugadores se adaptan mejor a las características del partido. Ellos tienen en sus filas a Diego Jiménez y Guille Roldán y en especial para el primero será muy especial venir a Alcoy. Yo por suerte o por desgracia he tenido que jugar aquí muchas veces como visitante y supone un extra de motivación». Curiosamente no se ha podido ganar en el Collao las dos veces anteriores al Eibar y el técnico esperaba que a la tercera fuera la vencida.