En Alcoy tenemos a nuestro Papa Francisco a pequeña escala

Lo que voy a escribir ahora lo meteré dentro de mi sección ‘mis locuras’ pero para mi no lo es para nada y que nadie piense en rasgarse las vestiduras. Y es que la humildad y el trabajo por los pobres del que hace sincera gala el recién estrenado Papa Francisco I, lo tenemos nosotros en nuestras calles desde hace tiempo. Cierto que no está en su mejor momento físico en la actualidad por sus achaques de salud, pero en los últimos años ha habido una persona -no solo él, muchas más han existido, pero él se ha destacado entre todas- que ha trabajado por los pobres con la entrega y la sinceridad del pontífice actual. El periódico Ciudad ya lo premió en su momento por su labor solidaria al frente de Cáritas, aún antes de que la crisis económica fuese generalizada como lo es en estos días. Ambos estamos muy satisfechos de la llegada del cardenal argentino Jorge Bergoglio a la cúspide romana y los dos tenemos muchas esperanzas depositadas en él, uno desde su carácter agnóstico y otro desde sus profundas creencias católicas. Pienso que si en lugar de Francisco I, por su homenaje al santo de los pobres, San Francisco de Asis, hubiese sido Francisco XXIII, por ejemplo, mejor le hubiese ido a la iglesia en la actualidad.Una mirada a sus orígenes, al primer cristianismo, creo que es positiva y era muy necesaria, más en mundo donde la corrupción, la ‘sodoma’ económica -que había llegado a rozar los muros del Vaticano- y las diferencias sociales, son notas predominantes. Esos gestos, esos zapatos con cordones, esa cruz metálica, ese ir en autobús… nos alegraron muchísimo durante mi visita semanal a nuestro particular y bondadoso representante eclesial alcoyano, nuestro Papa a pequeña escala.

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