Lo tengo claro, cristalino. Voy a dedicarme a futurólogo. Tengo un don y no lo sabía. Adivino las cosas. Si ya pronostiqué una final alemana cuando se iniciaron los cruces de Champions justo antes del partido hablé en confianza con una compañera de trabajo por whatsapp dándole un nuevo pronóstico que quise colgar en facebook pero el partido ya había comenzado. El pronóstico era que pese a lo que me había gustado en esta edición de la liga de Campeones el Borussia Dortmund creía que el fútbol del Bayern de Munich iba a ser superior y que los Jupp Heynckes iban a ser los ganadores finales, además me aventuraba a apostar por un 3-1 con tantos de Mandzukic, Muller y Robben y Reus por los de Jurgen Klopp. Y no me he desviado demasiado de la realidad. Especialmente feliz estoy por Arjen Robben, la persona gracias a la cual somos campeones del mundo, a ella y al pie derecho del defenestrado por Mou, Íker Casillas, en aquel famoso mano a mano.
Este cumplir los pronósticos me lleva a que cada vez esté más cerca otro elemento que me enorgullezco de ser de los primeros en destacar en su momento y es la posibilidad que ahora ya parece a nivel general de un enfrentamiento el 30 de agosto en Montecarlo -donde mañana Alonso partirá sexto- entre Mou y Pep. Primero fue el Cheslea ganando la Europa League y ahora el Bayern con la Champions. Con Pep confirmado solo falta esperar al 2 de junio para que veamos a Mou -sin Karanka por cierto, resultará extraño- junto a Abramovich. Primer partido importante de la temporada, la Supercopa Europea y primer enfrentamiento con morbo total entre Mou y Pep, Pep y Mou, sin sus habituales segundos eso sí. Lo de Pep es para estar preocupado pues parte con el listón más alto imposible dado que con Heynckes en el banquillo los bávaros llevan ganadas la liga con récord de puntos y diferencia sobre el segundo, la Champions y si fuera el Stuttgart estaría temblando porque van a por la Copa. Deberá ganar la Supercopa Europea, el Mundial de clubes, la Supercopa alemana y revalidar los tres torneos ya ganados al estilo de lo que hizo con el Barça en su primera temporada, el pleno. Respecto al único español presente en la final, también pronosticaba un buen partido y lo hizo. Javi Martínez da consistencia junto a Schweinsteiger a la médula espinal de los muniqueses. En la celebración optó por un pañuelo rojo pamplonés, ni rojigualda ni ikurriña. 40 millones bien gastados por cierto y no los 30-40 de los Coentrao, Alexis y compañía. Esperemos que los 50 en Neymar sean buenos y que cuando Messi dijo que era un jugador importante con el que le gustaría jugar a su lado no lo dijese con la boca pequeña por obligación como le sucedió con Ibra o Eto’o.
Por cierto para concluir, siguiendo con mi vocación adivinatoria en el mismo mensaje en el que pronósiticaba el resultado de la final de Champions también ponía un 2-1 para el Alcoyano mañana ante el Eibar, con goles de Javi Lara y David Torres, un resultado por cierto peligroso para la vuelta pero que sería la primera victoria sobre este equipo en lo que es ya una tradición de enfrentamientos de play-off entre ambos equipos en los últimos años, con una eliminación para cada bando. En esta ocasión la balanza se decantará para uno u otro lado y esperemos que sea para el del Collao y en la siguiente eliminatoria nos toque ya el Cartagena.